Dejaos hechizar por Fernando Roye en "El caso de la mano perdida"



Imagen de Sinerrata Editores


¿Es posible escribir una novela sobre la Posguerra y el Franquismo sin que ella esté centrada en la Posguerra y el Franquismo? Es una empresa difícil, sin duda, pero Fernando Roye lo consigue. El caso de la mano perdida cayó en mis manos en formato ebook gracias a Javier de Ríos y a la Editorial Sinerrata Editores, a los cuales no podría estar más agradecida, porque es sin duda un libro que conservaré en mi biblioteca. 

La verdad es que me planteé muchas cosas antes de empezar con la lectura, ya que justo había acabado con El lector de Julio Verne y pensaba: ¿de verdad vas a leer otra novela de la posguerra y sobre la Guardia Civil inmediatamente después de haber leído a Almudena Grandes (a quien no podría admirar más)? Pero así lo hice y no me arrepiento. En mi opinión es muy difícil escribir sobre ese tema sin caer en tópicos, estereotipos y las mismas historias que ya hemos leído, visto u oído infinitas veces. Y es muy difícil hacerlo bien. Por eso creo que Fernando Roye ha hecho en este libro un trabajo excelente.  

El caso de la mano perdida es una novela negra y, sin embargo, no se parece a ninguna de las que haya leído. De ritmo más bien tranquilo, como su protagonista el sargento Domínguez, los acontecimientos se van sucediendo sin prisa, pero sin pausa, tejiendo un precioso tapiz en el que al final todo tiene una explicación. Asimismo, deja translucir toda la crueldad, miseria e hipocresía de la época de una manera muy sutil que no se me ha hecho para nada repetitiva o pesada. 

La trama se inicia cuando dos agentes encuentran una mano cortada en medio de la sierra andaluza. El jefe de puesto, el sargento Carmelo Domínguez (un hombre que siente un terrible desafecto al trabajo y al esfuerzo) se ve atrapado por este hecho que ya no puede dejar de investigar, a pesar de que muchos tratarán de impedírselo. 

Por su parte, los personajes poseen un carisma único, cada uno en su estilo y en especial el sargento, a quien es imposible no amar y tampoco odiar a ratos. No solo su aspecto es peculiar, también su carácter y su manera de actuar, con una lucidez poco común y tan en discordancia con la época. También me ha encantado el personaje de Benito, un soñador que durante la novela sufre una dificultosa evolución para acabar en el mismo sitio, mucho más ilusionado que antes.
No puedo sino recomendar su lectura y la del resto de la saga que este libro inicia y que sigue con El alcornoque de los muertos.

*Solo como anécdota, Fernando Roye nació en 1984 en Esplugues de Llobregat mi ciudad de nacimiento, dos años antes que yo. Era cosa del destino…

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